Dudas (2): Psicología Forense aplicada a la realidad nacional
2ª Carta de un estudiante de Psicología Forense
El 03/03/13 14:54,
de: Remitente reservado escribió:
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Hola, disculpa las molestias nuevamente pero tengo otra preocupación y es que hoy estuvo un amigo de la familia aquí en casa y cuando supo que quería estudiar psicología forense de una vez se rehusó y empezó a decir que eso no deja dinero, que con eso no puedo mantener a una familiar, que aquí eso solo te ayudara a tener un cargo en la policía pero mala paga y etc.. En serio quiero saber y leer tus experiencias luego de dedicarle tu vida a esta rama, favor de contestar.
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Mi respuesta:
Si eres policía, es cierto que te estanca, pero porque en éste país a los policías los tratan como asistentes y no los dejan crecer para que sean esclavos. Es cierto que los policías en esta rama están todos mal pagados y sin futuro. También es cierto que la psicología forense en este país no está tan avanzada como en otros, apenas empieza a salirse del cliché y me atrevo a decir que tiene más que ver con las películas y series de televisión que han salido al respecto, que con el deseo de alguien de progresar en la ciencia.
Ahora bien, hay una pregunta que yo me hago todo el tiempo, cada vez que siento inseguridad en el aspecto laboral y profesional me sirve para alinear mis propósitos y deseos con la realidad:¿Para qué quiero estudiar/trabajar/vivir? Habrán muchas respuestas, todas diferentes y todas válidas. En tu circunstancia, el dilema es estudiar/trabajar;
Preguntate, ¿para qué quieres estudiar?¿Para trabajar? Si estudias para trabajar, lo ideal es que te busques una rama donde siempre habrán plazas: psicólogo escolar, terapista sexual, de relaciones de pareja, ocupacional, clínico con especialidad en duelo/enfermedades crónicas/terminales, blablabla...
Si estudias para aprender algo nuevo o por curiosidad, no te mortifiques tanto, la psicología como grado te permitirá conseguir un sinnúmero de empleos diferentes hasta que decidas en qué quieres enfocarte. Con psicología de carrera principal conseguirás empleo en al menos niveles semiejecutivos en el área de marketing, administración, servicios, incluso en ingeniería....
Ahora bien, yo estudié para destacarme. En lo personal compenso mis complejos sintiendome distinta, especial. Pero además, me encantan los retos y ví en la psicología forense un amplio campo sin explorar, tan amplio y tan virgen, que pensé que era imposible que no pudiera entrar en él de algún modo, porque no había nadie más compitiendo por ése empleo. Hice mi monográfico en forense y a los 10 días de entregar el último borrador, me llamaron para emplearme como asistente en la Procuraduría General de la República. Allí fui parte de la recién establecida Dirección Nacional de Atención a Víctimas (que en la actualidad tiene 8 años operando) y aporté justo en lo que había trabajado en mi monográfico: diseñando la estructura operativa, el perfil de trabajo de las dependencias que ofrecerían servicios, etc... Digamos que mis nociones forenses contribuyeron en el esqueleto de la noción actual de lo que es víctima y de sus derechos. Eso, obviamente, NO ES PSICOLOGÍA FORENSE, pero yo nunca quise ejercerla como tal, quise incidir en que se ejerciera en el país (de allí mi monográfico: Levantamiento de necesidades y propuesta de formación de estructuras organizacionales para la aplicación de la Psicología Forense y Jurídica en las fiscalías barriales de Gualey y de Los Guandules y en los Organos Investigativos Auxiliares (http://yriscarbuccia.tripod.com/id11.html). No me confundas, yo no inicié la ola, pero estuve ahí y ayudé a moldearla un poco. Me estoy extendiendo mucho, pero creo que lo que te cuento te será útil para tomar la decisión que tanto te preocupa.
Allí duré 6 largos años y lamentablemente, yo siento que no pude contribuir tanto como quise. Tenía el conocimiento para identificar muchos de los obstáculos entre el objetivo del servicio nacional forense, más sin embargo no tenía el poder para solventar el desinterés y la indiferencia de quienes tomaban las decisiones. Pero, a la vez pude ver muchos avances y apoyé a muchas personas (aporté con documentos e informaciones las estructuras que ahora sustentan el INACIF, las fiscalías especializadas para la atención a víctimas, los roles diferenciados de los Psicólogos forenses, sociales y clínicos en el sistema de atención a víctimas, el trabajador social como elemento en el sistema, la estructura de las Unidades de atención a hombres maltratados, Hombres agresores y mujeres y familias víctimas). Y todo éso, lo pude lograr en tiempos en que nadie reconocía que era importante, nisiquiera pertinente. De nada de éso tengo mérito tampoco, más que la versión que cada persona que me ha conocido lleva de mi reputación.
El día que dejé la Dirección Nacional de Atención a Víctimas de Violencia, renuncié a dedicarme más a la Psicología Forense. Sin embargo, estuve apoyando con asesoría y consultorías sin fines de lucro a un sinnúmero de personas dedicadas a diversas ramas del sector justicia y por ellas he logrado más acercarme a mi meta que todo lo demás que he hecho antes; pude apoyar en la identificación de nuevas evidencias asociadas a perfiles criminales en juicios llevados por defensores públicos y voluntarios. También aporté en la elaboración de un proyecto de ley para regular y humanizar un Sistema Nacional de Atención a los derechos de las Víctimas de Violencia.
Yo estudié para ampliar mis horizontes, para tener tantas llaves en las manos como puertas hubieran frente a mi. Pero más que nada, porque quería generar un cambio. Nunca he querido fama ni he antepuesto el dinero, quizás por eso no soy famosa ni millonaria. Pero sé que puedo lograr todo lo que me proponga y que cuando necesite cerrar una puerta para abrir otra no deberé entrar por la que otro me ofrezca ni aprovechar la que alguien más dejó abierta. Sino que podré abrir mis propias puertas y generar detrás de ellas una marca, un legado y éso me hace creer que soy libre.
Ahora mismo, me dedico a la investigación aplicada al diseño de iniciativas de desarrollo. En términos sencillos, diseño y planifico proyectos para la Dirección de Planificación y Desarrollo del Ministerio Público. Y mantengo mi proyección en torno a la meta de generar mejoras sobre las condiciones sociales de derecho, bienestar y desarrollo que es siempre mi respuesta a la pregunta para qué estudié y a la vez, la respuesta a porqué/para qué trabajo.
¿Para qué estudias tú? ¿Para qué trabajarás?
Un abrazo.
El 03/03/13 14:54,
de: Remitente reservado escribió:
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Hola, disculpa las molestias nuevamente pero tengo otra preocupación y es que hoy estuvo un amigo de la familia aquí en casa y cuando supo que quería estudiar psicología forense de una vez se rehusó y empezó a decir que eso no deja dinero, que con eso no puedo mantener a una familiar, que aquí eso solo te ayudara a tener un cargo en la policía pero mala paga y etc.. En serio quiero saber y leer tus experiencias luego de dedicarle tu vida a esta rama, favor de contestar.
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Mi respuesta:
Si eres policía, es cierto que te estanca, pero porque en éste país a los policías los tratan como asistentes y no los dejan crecer para que sean esclavos. Es cierto que los policías en esta rama están todos mal pagados y sin futuro. También es cierto que la psicología forense en este país no está tan avanzada como en otros, apenas empieza a salirse del cliché y me atrevo a decir que tiene más que ver con las películas y series de televisión que han salido al respecto, que con el deseo de alguien de progresar en la ciencia.
Ahora bien, hay una pregunta que yo me hago todo el tiempo, cada vez que siento inseguridad en el aspecto laboral y profesional me sirve para alinear mis propósitos y deseos con la realidad:¿Para qué quiero estudiar/trabajar/vivir? Habrán muchas respuestas, todas diferentes y todas válidas. En tu circunstancia, el dilema es estudiar/trabajar;
Preguntate, ¿para qué quieres estudiar?¿Para trabajar? Si estudias para trabajar, lo ideal es que te busques una rama donde siempre habrán plazas: psicólogo escolar, terapista sexual, de relaciones de pareja, ocupacional, clínico con especialidad en duelo/enfermedades crónicas/terminales, blablabla...
Si estudias para aprender algo nuevo o por curiosidad, no te mortifiques tanto, la psicología como grado te permitirá conseguir un sinnúmero de empleos diferentes hasta que decidas en qué quieres enfocarte. Con psicología de carrera principal conseguirás empleo en al menos niveles semiejecutivos en el área de marketing, administración, servicios, incluso en ingeniería....
Ahora bien, yo estudié para destacarme. En lo personal compenso mis complejos sintiendome distinta, especial. Pero además, me encantan los retos y ví en la psicología forense un amplio campo sin explorar, tan amplio y tan virgen, que pensé que era imposible que no pudiera entrar en él de algún modo, porque no había nadie más compitiendo por ése empleo. Hice mi monográfico en forense y a los 10 días de entregar el último borrador, me llamaron para emplearme como asistente en la Procuraduría General de la República. Allí fui parte de la recién establecida Dirección Nacional de Atención a Víctimas (que en la actualidad tiene 8 años operando) y aporté justo en lo que había trabajado en mi monográfico: diseñando la estructura operativa, el perfil de trabajo de las dependencias que ofrecerían servicios, etc... Digamos que mis nociones forenses contribuyeron en el esqueleto de la noción actual de lo que es víctima y de sus derechos. Eso, obviamente, NO ES PSICOLOGÍA FORENSE, pero yo nunca quise ejercerla como tal, quise incidir en que se ejerciera en el país (de allí mi monográfico: Levantamiento de necesidades y propuesta de formación de estructuras organizacionales para la aplicación de la Psicología Forense y Jurídica en las fiscalías barriales de Gualey y de Los Guandules y en los Organos Investigativos Auxiliares (http://yriscarbuccia.tripod.com/id11.html). No me confundas, yo no inicié la ola, pero estuve ahí y ayudé a moldearla un poco. Me estoy extendiendo mucho, pero creo que lo que te cuento te será útil para tomar la decisión que tanto te preocupa.
Allí duré 6 largos años y lamentablemente, yo siento que no pude contribuir tanto como quise. Tenía el conocimiento para identificar muchos de los obstáculos entre el objetivo del servicio nacional forense, más sin embargo no tenía el poder para solventar el desinterés y la indiferencia de quienes tomaban las decisiones. Pero, a la vez pude ver muchos avances y apoyé a muchas personas (aporté con documentos e informaciones las estructuras que ahora sustentan el INACIF, las fiscalías especializadas para la atención a víctimas, los roles diferenciados de los Psicólogos forenses, sociales y clínicos en el sistema de atención a víctimas, el trabajador social como elemento en el sistema, la estructura de las Unidades de atención a hombres maltratados, Hombres agresores y mujeres y familias víctimas). Y todo éso, lo pude lograr en tiempos en que nadie reconocía que era importante, nisiquiera pertinente. De nada de éso tengo mérito tampoco, más que la versión que cada persona que me ha conocido lleva de mi reputación.
El día que dejé la Dirección Nacional de Atención a Víctimas de Violencia, renuncié a dedicarme más a la Psicología Forense. Sin embargo, estuve apoyando con asesoría y consultorías sin fines de lucro a un sinnúmero de personas dedicadas a diversas ramas del sector justicia y por ellas he logrado más acercarme a mi meta que todo lo demás que he hecho antes; pude apoyar en la identificación de nuevas evidencias asociadas a perfiles criminales en juicios llevados por defensores públicos y voluntarios. También aporté en la elaboración de un proyecto de ley para regular y humanizar un Sistema Nacional de Atención a los derechos de las Víctimas de Violencia.
Yo estudié para ampliar mis horizontes, para tener tantas llaves en las manos como puertas hubieran frente a mi. Pero más que nada, porque quería generar un cambio. Nunca he querido fama ni he antepuesto el dinero, quizás por eso no soy famosa ni millonaria. Pero sé que puedo lograr todo lo que me proponga y que cuando necesite cerrar una puerta para abrir otra no deberé entrar por la que otro me ofrezca ni aprovechar la que alguien más dejó abierta. Sino que podré abrir mis propias puertas y generar detrás de ellas una marca, un legado y éso me hace creer que soy libre.
Ahora mismo, me dedico a la investigación aplicada al diseño de iniciativas de desarrollo. En términos sencillos, diseño y planifico proyectos para la Dirección de Planificación y Desarrollo del Ministerio Público. Y mantengo mi proyección en torno a la meta de generar mejoras sobre las condiciones sociales de derecho, bienestar y desarrollo que es siempre mi respuesta a la pregunta para qué estudié y a la vez, la respuesta a porqué/para qué trabajo.
¿Para qué estudias tú? ¿Para qué trabajarás?
Un abrazo.
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